Hoy vengo a contaros que es lo
que me enamoró de Danbo.
Principalmente podría decir que fue su expresión inexpresiva,
la cual desde mi punto de vista le da un toque inocente. Un toque que parece
decir “te quiero” como los ositos de peluche cuando se les abraza, que me hace
querer abrazarle aun sabiendo que no deja de ser una caja.
Otro aspecto importante es
su simpleza. Aunque sea un muñeco al que se le pueden mover los brazos, piernas
y cabeza, no deja de tener un diseño sencillo, sin chorradas ni adornos inútiles.
Asimismo siento cierta
debilidad por las cajas. Creo que las tenemos bastante olvidadas para lo
importantes que son. Pero no tengo intenciones de meterme en este tema, o al
menos por ahora. Aunque ahora que lo pienso podría ser interesante. Pero vamos,
a lo que iba, que el que sea una caja me encanta.
Y bueno, podría hablaros de
lo muy fotogénico que es, pero creo que todos hemos visto fotos de este y ya
nos hemos dado cuenta de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario